“El Billete que no pudo ser”
De
la historia reciente del papel moneda argentino, se rescata un hecho insólito,
que puede reconstruirse más o menos así:
Corría
el año 1980 y la inflación devoraba los "Pesos Ley 18188", que hasta
ese momento ya contaban con un valor de $500.000. Entonces, en 1981 el Banco
Central de la República Argentina, resolvió lanzar el billete de $1.000.000,
que resultó el de mayor denominación de todos los tiempos.
Se
realizaron los bocetos, los dibujos de rigor y se buscó el motivo a incluir en
la viñeta del reverso, a cuyo efecto se consultó con el Presidente de la
Comisión Binacional del Emprendimiento Hidroeléctrico Salto Grande - realizado
con nuestra hermana República Oriental del Uruguay, sobre el Río Uruguay - en
cuanto a la posibilidad de reproducir una vista de la represa, ente que al
parecer proveyó las fotografías respectivas, tomadas obviamente del lado
argentino, tal como nosotros podemos apreciarla, de las cuales fue seleccionada
la que se insertaría, y disponiendo entonces la confección de las planchas,
papel y filigrana a utilizar, y también como predominantes, los colores marrón,
rosa y azul.
Una
vez aprobadas las muestras, se comenzó con la urgente impresión de los
billetes, y cuando llegaron los primeros al B.C.R.A. fueron presentados al
Directorio, oportunidad en que alguien advirtió al Presidente del mismo,
entonces el Dr. Egidio Iannella, que la vista de la citada Central
Hidroeléctrica se extendía a la costa uruguaya y no a la argentina. Dicho
funcionario, se dice que consultó el caso con el Ministro de Defensa,
interviniendo luego el Instituto Geográfico Militar, quienes determinaron que
no era conveniente o apropiado mostrar la costa uruguaya, de manera que de
inmediato se suspendió la impresión, y se ordenó la destrucción de todos los
que estaban preparados y los recibidos - cuya cantidad no pudo investigarse -
con la lógica decepción de quienes lo proyectaron e implementaron, y sin dar
difusión al hecho, para evitar críticas y las explicaciones del asunto, que
además de la imprevisión, significó un considerable gasto, aunque no pudieron
evitarse los trascendidas.
Finalmente
se introdujo en esa viñeta la escena del Cabildo de la Ciudad de Buenos Aires,
en el 25 de mayo de 1810, reproduciendo el cuadro "El pueblo quiere saber
de qué se trata", de Ceferino Carnacini, ya conocido a través del billete
de m$n 5 del año 1960, quedando flotando la pregunta, sobre porque no se cambió
la vista de la represa elegida, pero tomando una nueva fotografía desde el lado
uruguayo, para apreciar nuestra costa.
Cabe
acotar que, sin tener en cuenta los antiguos, en los billetes modernos se
observan contradicciones con la norma adoptada en la oportunidad que nos ocupa,
en los siguientes billetes: m$n500 del año 1964 en adelante, m$n 10.000 del año
1961, y los de $10 Ley 18188 del año 1970, como los de $a 10 del año 1983, que
llevan en sus viñetas la Casa Gran Bourg, el abrazo de Maipú entre San Martín y
O’Higgins en Chile, y las Cataratas del Iguazú desde lado argentino,
respectivamente.
Si
bien no debían quedar pruebas de la anomalía, con el tiempo hemos tenido acceso
a una de las muestras salvadas de la destrucción, cuyo reverso como primicia en
nuestro país, se reproduce con esta nota.
Roberto
A. Bottero.
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